EVALUACIÓN DE LAS PRESTACIONES FRENTE AL MANCHADO DE LOS TRATAMIENTOS QUÍMICOS PARA LA PIEDRA NATURAL
Uno de los mayores problemas de la piedra natural es la degradación a la que se ve sometida durante el uso, a causa de la infiltración de líquidos a través de sus poros y fisuras naturales, modificando sus cualidades estéticas y en ciertos casos, produciendo alteración física o química de algunos de sus constituyentes mediante procesos de hidratación, oxidación, acción bacteriana, precipitación de sales solubles, etc., llegando al debilitamiento mecánico de la roca. La degradación estética o física de la piedra, a menudo acorta la vida útil del producto y obliga a reemplazarlo antes de tiempo.
Por esta razón, buena parte de los productos terminados y semielaborados de piedra natural, se suministran por el fabricante tratados con productos químicos. Los tratamientos son en su mayoría, sustancias hidrofugantes, oleofugantes o una combinación de ambos, que proporcionan a la piedra protección frente al manchado. Aún es más frecuente la aplicación de estos productos en obra ya instalada, sobre pavimentos, revestimientos de paredes y encimeras de cocina y baño.
Por lo general, la información sobre los productos aplicados que se transmite al cliente intermediario y de éste al usuario final, es incompleta o inexistente, por lo que se desconocen las prestaciones y la información de seguridad y toxicidad relacionadas con el tratamiento.
La normativa europea de piedra natural no exige la declaración del producto utilizado para el tratamiento, ni tan siquiera de la clase de tratamiento o del hecho de haber sido aplicado. Únicamente establece la obligación de declarar la emisión de sustancias peligrosas que se encuentren sometidas a regulación, aunque no se han desarrollado aún métodos de ensayo específicos para poder evaluar dicha emisión. Tampoco se exige la declaración de las prestaciones asociadas al tratamiento, a pesar de que en ocasiones su valor añadido es proporcionalmente tan importante como el valor del producto.
Resulta necesario, por tanto, establecer los métodos de evaluación que permitan determinar las prestaciones aportadas por los tratamientos al producto de piedra, como primer paso para definir la información a declarar asociada al uso de protectores, que deberá ser incorporada a una futura normativa. Dicha información debe facilitar la elección de los tratamientos óptimos para el uso al que van destinados y evitar sobrecostes innecesarios, previniendo además las repercusiones negativas para la imagen del sector derivadas del cambio de aspecto de la piedra por un uso inapropiado.
Este proyecto propone desarrollar métodos para evaluar tanto la eficacia como la durabilidad, en diferentes ambientes, de los tratamientos protectores. La experiencia adquirida en la aplicación de dichos métodos sobre diferentes tipos de rocas permitirá definir niveles o clases de comportamiento y su adecuación para determinados usos estándar en construcción. Del mismo modo, la experimentación con distintos tipos de protectores tomados del mercado hará posible proponer una clasificación, basada en su composición y propiedades, que facilite o complemente su identificación.